miércoles, marzo 5

Sueño 22.386 B






Soñé una distopía tecnológico submarina:
había siempre a mi alrededor
una capa envolvente de agua,
yo me movía despacio 
en una burbuja transparente oxigenada.

Habíamos dejado la  tierra
por un mundo mejor,
esperanzados casi no recordábamos
la experiencia aérea y terrestre
de nuestra especie.

Muchos tenían branquias inducidas,
yo aún no podía,
mi familia expectaba 
por mi nuevo aparato de  respiración,
para que todos fuéramos iguales
como debe ser una familia.

Miraba a mi padre
sentía un asco muy primitivo:
en uno de sus lados 
crecía deprisa
una gran  mucosa azul
que se inflamaba roja y  luego cedía.

Yo tocaba mi cuello
temiendo el nacimiento de las mismas agallas
aunque secretamente las deseaba,
odiaba estar sola bajo el agua
no poder nadar hacia los otros,
condenada a vivir en mi esfera.

Una especie de robot biológico
de carne blanca y brillantes escamas
traía oxígeno desde la superficie
todos los días domingos.

Nosotros cuyos cuerpos 
habían rechazado la adaptación química
del nuevo Estado Mundial 
marchábamos
hacia los luminosos puntos de control
hechos de ostras color rosa pálido,
allí donde cargaban nuestros habitáculos 
con oxigeno sucio traído desde arriba.


Muchos balls insultaban, 
maldecían
culpaban al gobierno,
yo, en cambio ,
lloraba desconsolada
ese oxígeno me daba vida
y también me corroía,
era como drogarse o amar,
pero sin que nadie pudiera acompañarme.