el sendero luminoso
Nací por mi propia causa.
Me concebí
y me parí.
Lloré mi llanto inicial,
primigenio.
Corté el nudo original
con el antiguo ser,
y volé
despacio,
para ver
desde arriba,
cómo llegaba
a este nuevo hábitat mío,
como una tierna criatura
neo nata.